jueves, 13 de octubre de 2011

Pesadillas

Caminaba por el madrileño barrio de lavapies con ganas de fiesta y buscando a mis amigos, pues sabia que solían moverse de marcha por la zona, cuando note una vibración en mi bolsillo, saque el móvil y vi la pantalla de un GPS en modo peatón, con monigotes rojos y azules que representaban a la perfección el lugar y movimiento de los transeúntes que por allí circulaban.

   En el centro de la pantalla había un monigote en color negro y con la palabra “fantasma” escrita al lado, mire al frente y en el lugar ubicado venia andando hacia mí un personaje con un impecable y brillante traje negro.


   ¿Qué significaba todo aquello? Me pareció enigmático. Mi teléfono no tenia GPS y el personaje en si, me parecía anacrónico, no correspondía al tipo de gente que se suele mover por ese barrio. ¿Seria realmente un fantasma? ¿Cómo podría averiguarlo?


   Volví a mirar al frente y este se encontraba ya a solo diez pasos de mí. Me sobresalto el extraño detalle de que llevaba una bolsa de cartón el la cabeza con un dibujo de la cara de “v de vendetta”. Al cruzarme con el, este giro la cabeza como si pudiera verme a través del cartón y continúo el paseo tan erguido y estirado como venia anteriormente. Una vez le hube rebasado gire la cabeza y comprobé que el también lo hacia, con la enigmática sonrisa del susodicho personaje de comic y el perfilado bigotillo sobre el labio superior.


   Lo vivido me quito las ganas de juerga ipso facto por lo que me senté en una parada de autobús, agobiado, pensando en lo ocurrido. Necesitaba meditarlo.

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